Etimología de ‘amilanar’

Amilanarse es ‘acobardarse’.

Este verbo está formado sobre el nombre de un ave rapaz: el milano. En cuanto nos paramos a pensarlo, la relación entre el ave y el significado del verbo es evidente: amilanarse no es ni más ni menos que quedarse paralizado de miedo como el pobre animal que ve que se le viene encima un milano.

Se trata de una denominación en la que se mezclan la metáfora y la metonimia. Hay metáfora porque cuando decimos que alguien se amilana nos estamos representando a esa persona dentro de una escena en la que es como un jilguero aterrado por la presencia del milano. Hay metonimia porque dentro de toda esa escena lo que se selecciona es un determinado aspecto: el miedo.